Obsesiones

¿Cuándo hablamos de obsesiones?

Muchas veces tenemos la sensación de que le damos muchas vueltas a las cosas, que nos preocupamos demasiado y que se nos mete una idea en la cabeza y no podemos dejar de pensar en ello, otras vecesempezamos a realizar alguna conducta o intentamos pensar otra cosas para que se nos quiten esas preocupaciones recurrentes que terminan generándonos malestar, ansiedad y puede hasta limitar nuestro día a día. Si esto es así, podemos pedir ayuda para valorar si lo que nos ocurre son obsesiones y cómo aprender a manejarlas para conseguir aumentar nuestro bienestar y no pasarnos la mayor parte del tiempo sufriendo y luchando contra nosotros mismos para tratar de aparentar que no ocurre nada y dudando si lo que nos pasa es normal o le pasa a todo el mundo o no.

En otras ocasiones, estos pensamientos que nos invaden pueden tener un contenido más extraño que nos generan más incomodidad e incluso miedo a expresarlo por si pudiera ser que en ese caso fueran verdad o se convirtieran en realidad, nos estamos refiriendo a ideas o pensamientos que nos surgen de repente y carecen de valor moral, por ejemplo ideas de contenido sexual, de muerte o asesinar a otros incluso a los que más queremos. Estas ideas generan un gran sufrimiento dudando acercad de sí mismo, incluso llegando a aislarse o alejarse de los demás por no fiarse de sí mismos. Si esto fuera así estaríamos ante un trastorno obsesivo.

Características de las obsesiones

Según el manual diagnóstico DSM-V el trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusivos y no deseados, mientras que las compulsiones son conductas repetitivas o actos mentales que un individuo se siente impulsado a realizar en respuesta a las preocupaciones.

Tratamiento

Con una buena evaluación del problema que está padeciendo la persona que acude a terapia, se va realizando un análisis de los factores que determinan el origen y mantenimiento de los síntomas. Poco a poco a medida que avanza el tratamiento la persona va conociendo en qué consiste su problema, de dónde procede su malestar aliviando así la culpa y el sufrimiento del afectado. Además en las sesiones de terapia psicológica se van aprendiendo herramientas cognitivas, emocionales y conductuales para que se vayan dominando las obsesiones y las compulsiones sintiendo otra vez mayor control de su vida y un mejor funcionamiento diario. La intervención psicológica consiste en abordar los siguientes puntos:

  • ¿Qué me está pasando?
  • ¿Por qué no puedo dejar de preocuparme?
  • ¿Será verdad lo que pienso?
  • ¿Me sirven los rituales que utilizo para aliviar mi malestar?
  • ¿Por qué no se me pasa?
  • ¿Qué puedo hacer para que no quitarme estos pensamientos?
  • ¿Le pasará a todo el mundo?